8/9/10

Días robados

De esos días en los que te levantas y no aterrizas en ese día; que pasan las horas, pero tu cabeza sigue en esa cama que has abandonado. Uno de esos días es el que he tenido hoy.

Parece un día perdido, ya que, aunque haces cosas, realmente no vives ese día. Y aún así, el reláx que conlleva para tu mente el tener un día así, sin mayor complicación que el hacer tareas casi mecánicas, es algo que no tiene precio.

Se les puede considerar días robados al día a día; puesto que haces algo totalmente distinto a lo que toca a diario. Ese estrés, ese agobio de organizarte; pelearte con la gente, con el trabajo, con la familia, con el mundo en general. Un día que robas a todo ese cúmulo de estrés, agobio y peleas habituales, consiguiendo que tu mente descanse realmente.

Las mayores complejidades del días son: decidir qué te preparas para comer, y unas horas más tarde, decidir qué te preparas para cenar.

Desde aquí propongo que los médicos receten días así a sus pacientes aquejados de estrés. A modo de: " tómese un día libre de cada mes, le recomiendo que sea un lunes o un viernes para ampliar el fin de semana, hacerlo más largo; y así combatirá su estrés. Váyase a algún lado sin la familia, y disfrútelo o simplemente tírelo haciendo lo que le venga en gana." . Se ahorraría mucho dinero en medicamentos y en bajas médicas.

Robemos días al estrés diario para regalárselos a nuestra salud, tanto física como mental. Convirtámonos en unos Robin Hood del tiempo.